“Para que la palabra de Dios corra” (2 Tes. 3,1)
Con alegría y gratitud les compartimos un poco del tiempo de Gracia que hemos vivido durante la misión en Santa Victoria Este (Salta, Argentina), realizada entre los días 2 y 10 de Febrero, bajo el lema “Para que la Palabra de Dios corra” (2 Tes. 3,1).
Quienes formaron parte del equipo en terreno, fueron jóvenes de 15 a 26 años, las postulantes de la Delegación Argentina-Bolivia-Chile-Perú-Cuba-Uruguay y Hna. Mariana Basualdo. Junto a estos, se contó con la participación de otro equipo que trabajó previo a la misión: en la organización, en la búsqueda de donaciones, y sosteniendo la misma con la oración; conformado por las hermanas de la comunidad de Salta y laicos colaboradores.
Conociendo la realidad del pueblo, durante estos días se realizaron visitas a los hogares donde se compartió la Palabra, iluminados por la parábola del Padre Misericordioso (Lc. 15,11-32), con la intención de buscar encaminarnos como hijos pródigos a los brazos del Padre. Siguiendo la misma línea se buscó llegar a los jóvenes y niños en los encuentros diarios, y a las familias más alejadas de la zona a través del programa radial. Ante las situaciones que emergieron en estos días y debido a la falta de un sacerdote permanente en el pueblo, fue necesario acompañar a las familias en duelo con la oración de responsos. Y en las noches, finalizando la jornada, nos reuníamos en diferentes hogares compartiendo con sencillez y alegría la Celebración de la Palabra.
A su vez, se visitaron las distintas comunidades aborígenes del lugar. Allí se pudo compartir la fe y asistir necesidades particulares, llevando donaciones a niños apadrinados. En un trabajo paralelo y arduo, se hicieron presentes en estos días el grupo de matrimonios misioneros, para ayudar a los artesanos de la zona a vender sus productos en la ciudad, sirviendo como nexos para promocionar sus trabajos y desarrollar su economía.
Para finalizar y a modo de anécdota, comenzamos la misión con una Celebración Eucarística a la entrada del templo, a oscuras y con unas pocas personas, el día de la Virgen de la Candelaria. Significativo y contrastante fue el cierre de la misma, donde pudimos celebrar la Santa Misa dentro del templo, lleno de gente, con las luces ya encendidas, y tres Bautismos (entre ellos una niña aborigen). Lo que nos hace agradecer a Dios Padre por cómo ha ido iluminando la realidad del pueblo, y seguimos confiando a sus brazos Misericordiosos la vida de todos sus hijos.
Natividad, Evelin y Gabriela (postulantes)
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